"Ya No Me Falta (el aire)" es una canción que nace de la supervivencia; una cicatriz convertida en melodía. Sofía Élan ha convivido con la ansiedad desde la infancia, cuando el miedo se instaló bajo su piel. Con el tiempo, esa ansiedad tomó forma de un trastorno alimenticio, autolesiones y un ciclo interminable de autosabotaje.
Durante más de 13 años vivió con un trastorno alimenticio que, en gran parte, pasó desapercibido por ser crónicamente funcional… hasta que la caída fue inevitable. (Tras doce años de lucha interna, tres internaciones y un largo camino de terapia, encontró en la música el impulso para volver a respirar) Cantar le devolvió la energía para crear, y aunque hoy la perfección no sea la meta, ha aprendido a cuidarse, pedir ayuda y levantarse incluso en los días más oscuros.
La canción es un susurro firme que repite: “Aunque el vuelo sea en caída, que no me falte el aire”. Es un mensaje para quienes han sentido el peso del mundo sobre sus hombros, para los que han silenciado su dolor por miedo o culpa, y para quienes están en pleno proceso de sanar. Un espejo que refleja esperanza: vas bien, no estás sol@.
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